De la lista de clínicas de belleza patito que fueron clausuradas por la Cofepris en Cancún, Quintana Roo, sólo existe una de forma oficial, pero las denuncias en las calles reflejan que el problema es mayor.
Uno de los pocos testimonios de daños provocados por estas prácticas ilegales es el de la familia de Alejandra Cardoz, una profesionista de 30 años que sufrió daño cerebral irreversible.