El robot está construido a partir de varios servomotores, algunas estructuras impresas en 3D y cuatro webcams conectadas a un ordenador. En primer lugar, las cámaras escanean el cubo para determinar la configuración de sus lados. La información es introducida en un software específico, el Kociemba Rubik’s Cube, y un algoritmo calcula los movimientos necesarios para resolver el rompecabezas.