El reiki (霊気?) es una práctica espiritual pseudocientífica creada en 1922 por el budista japonés Mikao Usui y adaptada y desarrollada por diversos maestros de distintas tradiciones. Usa una técnica llamada comúnmente imposición de manos o toque terapéutico como una forma oriental de medicina alternativa. A través de esta, los practicantes creen que transfieren «energía universal» (reiki) en la forma de qì (ki en japonés) a través de las palmas, la que supuestamente permite la autosanación y un «estado de equilibrio». Estas creencias no han sido comprobadas por la ciencia médica moderna y el reiki no ha demostrado ser un tratamiento eficaz para ninguna afección. El reiki se basa en el ki, una presunta fuerza vital. Usado como tratamiento médico, el reiki no confiere ningún beneficio: La American Cancer Society, el Cancer Research UK, y el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral no han hallado ninguna evidencia clínica ni científica que apoye las afirmaciones de que el reiki sea eficaz para tratar enfermedad alguna. Según sus practicantes, el reiki es un sistema de armonización natural que utiliza la no demostrada "energía vital universal", para tratar enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y emocionales. Mikao Usui (monje zen japonés), fue quien afirmó haber redescubierto esta técnica de sanación milenaria, tras alcanzar satori (estado máximo de iluminación y plenitud) durante un retiro espiritual en el monte Kurama de Kioto hacia 1922. No consta la existencia anterior del reiki. Más allá de su aspecto supuestamente terapéutico, que el propio Usui aseguró haber descubierto por casualidad, el reiki es una disciplina o camino espiritual