Hasta 40 ciudades de Polonia han vivido marchas este sábado contra las reformas del Gobierno del partido ultranacionalista Libertad y Justicia (PiS) que a opinión de muchos, limitan las libertades y la separación de poderes. Varsovia no ha sido una excepción. La última ley del Ejecutivo pretende limitar la privacidad de los usuarios de internet polacos permitiendo a los servicios secretos acceder a los datos sin orden judicial.
“No hay terrorismo en Polonia”, explica Jaroslaw Kurski, vicerredactor jefe del periódico más importante del país, Gazeta Wyborcza, “es una excusa para controlar a los ciudadanos, a la gente, para reforzar el poder”.
A la reforma del Tribunal Constitucional que limita su independencia de la esfera política, el Ejecutivo de Varsovia ha puesto a su servicio los medios de comunicación públicos y pretende hacer lo mismo con los privados.
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