Miles de personas han desoído las prohibiciones del gobierno enfrentándose a los agentes en Diyarbakir tras las declaraciones del líder opositor kurdo, Selahattin Demirtas, que ha hecho un llamamiento a la resistencia contra las fuerzas de seguridad.
El prokurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP) ha denunciado que, al menos, 60 civiles han muerto durante los numerosos toques de queda impuestos desde agosto en localidades del sureste de Turquía, donde se concentra la población kurda.
Por su parte, el Ejército turco asegura haber abatido, desde el martes, a 62 guerrilleros del PKK en el sureste del país.
La mayor parte de los muertos se registraron en Cizre y en Silopi, dos importantes centros urbanos kurdos en la provincia de Sirnak, que están bajo toque de queda desde el lunes por la noche.