El aprendizaje por imitación es uno de los mecanismos puntales y básicos en el aprendizaje de cualquier niño, por supuesto también para los alumnos con algún tipo de trastorno del espectro autista (TEA). Es tanta su importancia, que las mayores dificultades que las técnicas de imitación entrañan para los niños autistas, no debe suponer un impedimento para su utilización, puesto que son indispensables para su correcto desarrollo físico, psicológico y verbal.