Centenarios: Genetica del envejecimiento

2015-12-09 8

Llegar a los 100 años es más que una cuestión de suerte; factores genéticos y ambientales hacen que una persona supere los 100 años. Pero además, según explica Alejandro Lucía, de la Universidad Europea, las personas que llegan a centenarias, en un gran porcentaje, han «evitado muchas de las patologías asociadas con el envejecimiento, como las cardiovasculares o cáncer» . Y, asegura, esa excepcional longevidad ‘saludable’ es un rasgo que se hereda parcialmente. El equipo de Lucía investiga los posibles genes y mutaciones genéticas que pueden estar asociadas con la longevidad saludable. «Estudiamos grupos de centenarios y supercentenarios –más de 110 años- de España, Italia y Japón y comparamos su genética con un grupo control de personas, sanas o no, para determinar las discrepancias genéticas». En su opinión, estas personas conforman un modelo de envejecimiento saludable, ya que cuando nacieron, a principios de 1900, «no se habían producido avances de la medicina que ha sido claves en el aumento de la esperanza de vida, como los antibióticos o los avances en medicina cardiovascular». Explica Lucía que hay diversas variantes de genes que son candidatos a poseer las claves de una senectud saludable. Por ejemplo, una variación en la secuencia del ADN llamada polimorfismo rs1333049 en el cromosoma 9p21.3 se relaciona con dolencias crónicas asociadas al envejecimiento -sobre todo con las enfermedades cardiovasculares-. Pero, añade, también hemos visto que el «alelo 2 del gen apoE, gen relacionado con la enfermedad de Alzheimer, se asocia a una mayor probabilidad de ser un centenario saludable». Los centenarios son un modelo de envejecimiento saludable , ya que cuando nacieron no se habían producido avances de la medicina que ha sido claves en el aumento de la esperanza de vida. En el caso del polimorfismo rs1333049, en un trabajo que se publica en la revista «Age», los investigadores han visto que alelo C es la copia de este gen relacionada con un mayor riesgo. Para averiguar si este polimorfismo también se asocia con la longevidad extrema, los investigadores han analizado en dos cohortes independientes, tanto por la geografía como por la etnia, las frecuencias de este polimorfismo entre centenarios y adultos sanos. La muestra estudiada contaba con 152 españoles de entre 110 y 111 años y 742 japoneses de edades entre 100 y 115 años. «Esta variante puede asociarse con la longevidad extrema, sobre todo en la población española», señala Lucía. «Además, vimos que el alelo de riesgo disminuye las posibilidades de llegar a cumplir cien años». La frecuencia de la variante de riesgo C en los centenarios españoles era de un 47,0%, menor que en las personas sanas que se tomaron como muestra de control en el estudio (52,9%) y los individuos con enfermedad cardiovascular (55,1%). También se hallaron diferencias significativas entre los centenarios y los dos grupos de control al comparar sus frecuencias genotípicas.

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