Los balleneros japoneses vuelven al Océano Antártico. Pese a la prohibición impuesta en 2014, el país nipon ha retomado la caza de ballenas defendiendo sus “fines científicos”, aunque ha tenido que limitar a 333 el número de capturas autorizadas a sus barcos, frente a las 950 de otras temporadas.
La medida no ha sido bien recibida por numerosas organizaciones de defensa del medio ambiente y países como Australia, que incluso se plantea enviar un barco para patrullar la zona.
333. That is a mean number. Stop them in their tracks. #SaveTheWhales https://t.co/OtbmaOKpgX pic.twitter.com/GC2RVdRJ34— Captain Mike (@MikeFincken) noviembre 30, 2015
“Según esas informaciones, están en contra de que retomemos nuestro programa de investigación sobre las ballenas y han dicho cosas que podrían interpretarse como un intento de obstuir nuestras operaciones si nos encontrarnos en alta mar”, advertía Satoshi Kunii, representante del ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca.
Japón se adhirió