Duelo en Beirut tras el peor atentado de los útlimos diez años en suelo libanés. Los familiares de las víctimas de Hizbulá han comenzado a enterrar a las cuarenta y cuatro personas que este jueves perdieron la vida en el doble ataque suicida perpetrado por el grupo Estado Islámico. Varios de los 200 heridos se encuentran en estado crítico. La milicia chií pide venganza.
“El mensaje no puede ser más claro”, dice Ali Mokdad, parlamentario de Hizbulá. “Cada ciudadano libanés, y no sólo los del barrio atacado, lucharán contra los yihadistas cueste lo que cueste”.
“La respuesta requiere una unidad sin fisuras”, añade Tala Hatoum, del movimiento chií Amal. “Debemos luchar contra la inestabilidad para evitar que los yihadistas se aprovechen de ello”.
El ataque se ha producido mientras la milicia chií intensifica su ofensiva en territorio sirio junto al regimen de Damasco contra la organización liderada por Al Baghdadi.
El gobierno ha observado un minuto de silencio y las banderas ond