Miles de rumanos se han manifiestado por cuarto día en Bucarest contra corrupción y para exigir la renovación de la clase política, a la que acusan de corrupta.
Unas 5.000 personas se concentraron en la emblemática Plaza Universitate de la capital. La salida del ex primer ministro Victor Ponta del poder no ha aplacado la ira de la población, que pide un “cambio real”.
“Estamos aquí para mostrar que no queremos que las cosas continúen así, para que algunos políticos se vayan y vuelvan los mismos. No queremos las mismas mentiras. o nos dejaremos engañar por un par de dimisiones”, aseguraba un manifestante. Otro completaba: “El problema es que la plaza, la calle, no puede ser representada solo por unos pocos. El presidente y otras figuras deben venir aquí a hablar con la gente”.
En esta línea el presidente del país, Klaus Iohannis, prometió este viernes que se acercará al epicentro de las protestas para escuchar las peticiones de los ciudadanos. El jefe del Estado descartó anunciar
