Turquía acude a las urnas teniendo como principal incógnita si la victoria del AKP será suficiente para gobernar en solitario. Las últimas encuestas otorgaban al partido islamista moderado del presidente Erdogan alrededor del cuarenta y tres por ciento de las papeletas, tres puntos más que lo obtenido en junio, cuando el AKP perdió la mayoría absoluta que mantenía desde dos mil dos. El mandatario, que aspira a cambiar la Constitución para reforzar sus poderes, adelantó las elecciones tras fracasar las negociaciones para formar un ejecutivo de coalición, encargo que recibió su primer ministro y correligionario, Ahmed Davotoglu. El cuarenta y tres por ciento que auguran los sondeos no sería suficiente para alcanzar sus propósitos.
Las urnas desvelarán también si el ascenso que mostró en junio el Partido Democrático de los Pueblos, la formación izquierdista prokurda dirigida por Selahattin Demirtas, se ha visto afectado por el rebrote del conflicto entre el PKK y el Estado. Dermitas, qu