El presidente chino llega a Londres para una visita de cuatro días con la agenda a rebosar. Xi Jinping y su mujer Peng Liyan se quedarán en Buckingham Palace con la familia real. Y el líder chino se entrevistará además con los principales responsables políticos del Reino Unido.
La visita ha levantado tanta expectación entre los hombres de negocios como indignación entre los defensores de los derechos humanos.
“Es totalmente desafortunado recibir al presidente Xi con una alfombra roja”, decía la representante del Congreso Uighur, Rebiya Kadeer. “Porque deberían saber que esa alfombra está manchada con la sangre del pueblo uighur, tibetano y de los disidentes chinos”, concluía.
En el plano económico y comercial hay varios asuntos marcados en rojo, como los subsidios al acero, que podrían dañar la industria británica, pero sobre todo el dosier nuclear. Hace no mucho, Downing Street anunció que ciertas compañías chinas podrían alcanzar una participación en las plantas británicas. Esa