Un brutal crimen en el que cinco universitarios aparecen muertos en una casa abandonada. Elizabeth Klein (Bello), la psicóloga del departamento de policía, interroga a John Ascot, el principal sospechoso de semejantes actos. El joven afirma que no acabó con la vida de sus amigos, sino que lo hizo la propia mansión, pues piensa que es una puerta de entrada al infierno.