El sureste francés será declarado zona de “catástrofe natural” y los afectados por las riadas serán indemnizados en un periodo de tres meses. Lo anunciaba este domingo el presidente francés, François Hollande, desde Biot, muy cerca de Niza, a donde se desplazó junto a su ministro de Interior, Bernard Cazeneuve.
“Me gustaría expresar mi apoyo a todos las familias afectadas que hoy están de duelo”, decía el inquilino del Elíseo. “Y también querría rendir tributo al trabajo hecho por servicios de de emergencia, los bomberos, los agentes departamentales y los de las municipalidades”
Hollande también ha confirmado que se creará una partida de financiación para socorrer a los comerciantes. Muchos de ellos han quedado arruinados debido a la inundación.
