Este sábado, la aviación militar de Rusia destruyó en la localidad de Raqqa, en Siria, un búnker subterráneo que servía de almacén de explosivos al grupo terrorista Estado Islámico. Para lograr el objetivo, la fuerza aérea rusa lanzó una bomba de caída libre diseñada para penetrar objetivos fuertes, como estructuras de hormigón reforzado. teleSUR