San Sebastián (España), 20 sep (EFE).- Con el equipo de "Mi gran noche" casi al completo, el salón de actos del Festival de San Sebastián, donde Álex de la Iglesia presentó su película, resultó ser una prolongación de la proyección que hoy convocó, en un lleno total, al público: risas en el patio de butacas, y más risas en la sala.
"Sin sentido del humor no se puede vivir", se presentaba Raphael, e hizo gala de ello durante toda la rueda de prensa, muy bien arropado por una gran parte del equipo, dieciséis personas.
Preguntado por los momentos más tensos del rodaje, De la Iglesia se remontó a cuando se dio cuenta de que toda la película reposaba en Raphael y este podría decir que no quería hacerla.
"Pensamos, en ese caso, en sustituirlo por Julio Iglesias, pero todos dijimos que no", comentó el realizador, entre las risas de los asistentes, cerca de cuatrocientos, que llenaban la sala.
"Pero dijo que sí, y que la haría 'como viene en el guion'. ¿Cómo se puede ser tan grande?", resumió el director el sentimiento general, pues Raphael se ganó totalmente al público gracias a su naturalidad y sus continuas bromas.
Unos minutos antes, el cantante -que ya hizo el primer chiste al decir 'yo soy aquel' para presentarse-, confiaba a Efe su intención de hacer una película, "por lo menos, una vez cada dos años", encantado con la experiencia del rodaje de esta, tan diferente a lo que él recuerda del cine de hace 40 años.
"Me he sentido muy arropado; antes el cine se hacía más encorsetado, estabas solo en el camerino, había una cámara y te daba la réplica una persona distinta al actor (...) Estoy enamorado de todos ellos y ellas".
Ellos son Mario Casas, Hugo Silva, Pepón Nieto, Carlos Areces o Santiago Segura y ellas, Carolina Bang, Terele Pávez, Blanca Suárez, Ana Polvorosa y Carmen Machi, entre otros.
En la película, Raphael es "un malo con razón", dice, "malo" por exigencias de un guion disparatado en el que da vida a Alphonso, un trasunto del cantante llevado a los extremos más insospechados, como meterle un dedo en el ojo a su rival, el cantante de éxito Adán (increíble Mario Casas, con su peluca rubia), para que no le haga sombra en la gala de fin de año.
"Venir de rodar un drama ('Palmeras en la niebla') y poder hacer personajes como este, que compuse a mi aire, es, sobre todo, muy muy divertido", señaló Casas, recuperado ya su corte de pelo de buen chico y barba recortada, moreno y serio, aunque igual de "sexy" que en la película: "Tengo amor para todas", bromeó.
"Cuando estábamos rodando con Mario -desveló De la Iglesia-, era muy difícil decir 'corten' porque él no paraba; así que les pedí al resto que si veían que él seguía, que también siguieran porque salían cosas increíbles".
"Me iba creciendo y al final, me tenía que frenar", reconoció Casas, el "Tony Curtis" español, como le define De la Iglesia.
Casas agradeció al descubridor de su lado cómico que "saque" de él estos personajes que siempre ha ll
