Los detenidos son dos malasios y un paquistaní, aunque por el momento no se ha revelado el papel que pudieron desempeñar en el ataque. Murieron 20 personas y más de un centenar resultaron heridas. Los agentes malasios actuaron después de recibir una información suministrada por la policía tailandesa.
“Creemos que los sospechosos pueden ayudar en la investigación para esclarecer quién estuvo implicado en los atentados”, subraya el inspector nacional de policía malasio, Khalid Abu Bakar. “Pero por el momento, no quiero dar más detalles porque la operación sigue abierta”, concluye.
Se cree que el autor material es un hombre con camiseta amarilla que fue grabado por las cámaras de seguridad. Pero las pesquisas oficiales apuntan a que el cerebro de la operación fue un ciudadano uigur con pasaporte chino, conocido como Ishan y delatado por otro de los detenidos en Tailandia. Pese a que las autoridades tailandesas insisten en vincular el atentado con la mafia internacional, la investiga