Oleadas de malestar atacan Irak. El pueblo descontento acusa al Gobierno de ser un ratero, así con la palabra corriente, un tramposo que negocia con el dinero del país para beneficio de unos cuantos.
La acusación formal es, la corrupción generalizada en todos los niveles de Gobierno en Irak. La gente sale a protestar, marcha, grita, repudia.
Hasta ahí, la fotografía de la rabia social parecería ser normal. Pero el asunto es el siguiente. Este descontento, tiene años.
La pregunta entonces es: por qué hasta ahorita. ¿Por qué justo cuando el Gobierno está ganando cierto control sobre los terroristas que se comen Irak, entonces hay que protestar contra el Gobierno, con protesta añeja?
El Gobierno ha tratado de frenar el descontento tratando de reformar la Constitución, con un plan que promete eliminar la corrupción, los corruptos, el derroche de dinero, los recursos mal gastados, y a los rateros, que tienen a la sociedad descontenta.
No saben qué va a pasar. Por otro lado, a cientos de kilómetros de ahí, en el mismo Oriente Medio, pero en otro país, la gente también protesta, no soporta al Gobierno.
Es El Líbano. Todo comenzó por un amontonamiento de basura. El servicio de limpia dejó de limpiar y se acumularon días de basura.
La gente comenzó a protestar. Hoy las protestas son de otra índole. La basura ya es lo de menos, la gente quiere que se vaya el Gobierno. Acusan a las autoridades de ineptas en un país que no ha tenido gobiernos estables.
La misma pregunta:
¿Por qué problemas añejos, de descontento que tiene muchos años, justo aparecen hoy, cuando las autoridades de El Líbano están teniendo cierto control sobre el terrorismo?
Dos países, dos problemas diferentes, una pregunta común: ¿De seguir así la cosa, a quién le conviene que no haya gobierno o que haya un vacío de gobierno en estos países de Oriente Medio?
¿Vientos de terrorismo, pero de otro tipo de terrorismo, para controlar y desestabilizar?
¿Nuevas artimañas?