El rey saudí y Barack Obama han mostrado su sintonía a pesar de las tensiones. En su primera visita a Washington desde que asumiera el trono, en enero, el rey Salmán ha sido acogido personalmente por el presidente estadounidense al bajar del coche.
El monarca saudí ha señalado que su visita es el símbolo “de la relacion fuerte y profunda” entre ambos países.
Las relaciones bilaterales se han tensado debido al acuerdo nuclear alcanzado con Irán por las potencias occidentales, que preocupa a los países del Golfo Pérsico.
Obama ha hablado de “amistad personal” y “amistad profunda” entre los dos países y ha subrayado las “inquietudes compartidas”, como Siria o el Yemen.
Con pancartas con frases como “Arabia Saudí mata a mujeres y niños” o “Alto a la guerra de Arabia Saudí contra el Yemen”, decenas de personas han protestado frente a la Casa Blanca contra la intervención militar liderada por Riad en el Yemen.
