La planta atómica japonesa de Sendai, que volvió a funcionar tras dos años de apagón nuclear, podría retrasar su suministro comercial de electricidad. El motivo, la detección de un nivel de sal superior al normal en el condensador termodinámico de la central. Un contratiempo que podría deberse a la entrada de agua marina en dicho sistema, según técnicos de la compañía operadora de la planta, Kyushu Electric.
La central está a 50 kilómetros del monte Sakurajima, al suroeste del país, que ha registrado una nueva erupción de baja intensidad tras días de alerta ante el aumento de la actividad sísmica en torno al volcán. Ello ha provocado la evacuación de varias familias.
El Gobierno nipón defiende la necesidad de retomar la energía nuclear para estimular el crecimiento económico del país pese al rechazo de la mayoría de japoneses ante el temor de que se repita un desastre como el de Fukushima en 2011.