Es un avión de pasajeros convencional y se llama Flying Zero-G. Pero realiza
vuelos parabólicos para conseguir durante unos pocos segundos la ingravidez.
Un breve espacio de tiempo que los científicos aprovechan para hacer sus
experimentos.
Tienen tres oportunidades. Tres vuelos en cada uno de los cuales el avión traza 31 parábolas para simular que se está en el espacio. Y ése es el momento para hacer experimentos con nuestro cuerpo o para ver cómo quedan patas arriba las leyes de la física.