Los insurgentes, las fuerzas de Bachar al Asad y el grupo chií libanés Hizbulá, que apoya al presidente, han firmado un alto el fuego en Siria de 48 horas que entra hoy en vigor. Las negociaciones de los sublevados han estado encabezadas por el grupo Ahrar al-Sham, aliado de Al Qaeda.
La tregua afecta a la ciudad de Zabadani, bajo control de los sublevados, y a Kefraya y Foua, dos localidades chiitas en la provincia de Idlib, al noroeste del país. El objetivo es evacuar a los heridos graves y a los civiles y enviar alimentos.
Idlib ha sido escenario en los últimos días de intensos ataques de grupos próximos a Al Qaeda en un territorio donde las fuerzas gubernamentales han sufrido duros reveses.
Mientras tanto se suceden las conversaciones para intentar dar una solución a un conflicto que ya dura cuatro años. El acuerdo nuclear ha permitido a Irán adquirir un nuevo rol y el propio jefe de la diplomacia estadounidense John Kerry ha invitado a las autoridades de Teherán a sentarse