Mientras Turquía llora a los soldados muertos en un lunes negro que se saldó con 9 víctimas mortales y al menos 7 ataques armados, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, asegura que seguirá luchando hasta terminar con los terroristas.
En un acto público televisado en Ankara, Erdogan afirmó que la ofensiva aérea de este martes contra refugios del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak y sureste de Turquía ha causado importantes pérdidas a la guerrilla kurda:
“ Un cese el fuego no es suficiente. Las armas deben deponerse y ser entregadas. E insisto, nuestra lucha continuará hasta que no quede un solo terrorista dentro de nuestras fronteras, y se depongan las armas.”
Uno de los ataques del fatídico lunes se produjo en el consulado estadounidense en Estambul, en donde fue detenida una de las dos mujeres que abrió fuego contra el edificio. El atentado no ha sido reivindicado pero el partido de extrema izquierda Frente de Liberación del Pueblo Revolucionario