Prisión provisional para el piloto y una de las azafatas del vuelo de Air Baltic que fue retenido el sábado en Oslo tras detectarse niveles de alcoholemia superiores a lo permitido en prácticamente toda la tripulación. Una llamada anónima alertó a la policía, que les hizo un control sorpresa antes de que pudieran subirse al avión.
“El copiloto tenía un nivel muy elevado de intoxicación”, explica una agente. “En los resultados preliminares dio 1,2 gramos por litro de sangre”.
Con cinco horas de retraso y una tripulación totalmente renovada, el vuelo de Air Baltic partió rumbo a Creta con 109 personas a bordo. La compañía letona podría despedir a todos los implicados, que, además podrían ser condenados a dos años de cárcel