El Ministerio del Interior ha difundido un vídeo en el que explica las casi nulas posibilidades de que se les permita permanecer en el país, y se advierte de que deberán abonar incluso los gastos de su propia deportación. Las imágenes y el duro mensaje oficial ha provocado un intenso debate tanto entre la clase política como en la sociedad que se está organizando para ayudar a los que ya se encuentran en territorio alemán.
Unas 150.000 personas, la mitad de los que han pedido asilo en lo que llevamos de año, provienen de los Balcanes, y tras tediosos procesos apenas un 0,2% logran obtenerlo. Son rechazados porque su vida no corre peligro, no son “verdaderos refugiados”, sino que emigran únicamente porque pretenden obtener un trabajo.
“No hay asilo económico”, son los anuncios que está publicando el Ejecutivo alemán en la prensa de los países de origen de los futuros inmigrantes.
Alemania ha pedido que otros países de la Unión Europea colaboren, mientras intenta establecer acuerd