Es más hermoso que soñar contigo,
despertar y mirar amanecer
en la luz de los ojos de mujer
que calienta mis días como abrigo.
El calor de tu piel, aquí conmigo,
fuego fuerte de fuente del placer;
imán a lo profundo de tu ser
que moja mi lujuria de mendigo.
Si llegara a faltarme tu sonrisa
por viajar a la nada con la brisa,
quedaría mi amor en el desierto.
Soy guardián de balsámico tesoro
en el alma del bien que más adoro;
a tu lado prefiero estar despierto.
Copyright © 2011 José Luis Calderón.