El centro de refugiados de Traiskirchen se ha visto obligado a cerrar sus puertas. La razón, las lamentables condiciones de alojamiento e higiene como consecuencia de la constante y masiva llegada de inmigrantes.
El centro no da abasto y actualmente ayuda a 4.500 personas a pesar de contar tan solo con 2.300 camas, por lo que muchos refugiados, la mayoría de ellos afganos y sirios, viven o malviven en el exterior de las instalaciones.
Durante una reciente visita, el jefe de la oficina de Viena de ACNUR, Christoph Pinter, habló de una situación “inaceptable, peligrosa e inhumana”.
an updated list of needed things in #Traiskirchen camp, collected and listed by refugee women https://t.co/XSS8LELuzW pic.twitter.com/v8rOPjd2bE— Mahriah (@Mahriah) agosto 3, 2015
Las solicitudes de asilo a este país no cesan. Se espera que sólo este año lleguen otras 80.000, tres veces más de las que recibió Austria en 2014.
El ministerio de Interior ya ha decretado el estado de emergencia de asil