Dos centenares de manifestantes con sujetadores a la vista se manifestaron en Hong Kong contra la condena a una mujer acusada de agredir a un policía con un pecho.
Nai Lai-ying, de 30 años, acusó aun policía de manosearla en una protesta. La sentencia sin embargo sostiene que la joven se pegó al agente deliberadamente para poder acusarle después.