Criticado dentro y fuera de casa, por romanos y turistas, e incluso en su propio partido, el alcalde de Roma ha renovado su equipo y ha prometido cambiar la deteriorada imagen de la ciudad antes del fin de su mandato, dentro de tres años.
La suciedad en las calles, el mal funcionamiento de los transportes públicos y sus huelgas, y los casos de corrupción han minado la credibilidad de Ignazio Marino, en el poder desde hace dos años.
Basura, paros y calor hacen que Roma rompa récords como capital del caos http://t.co/IUGbzY2sGR pic.twitter.com/RzHEs7ju4f— La Nacion (@lanacioncom) julio 25, 2015
“En lo referente a la basura, a partir de septiembre habrá 300 barrenderos más para limpiar las calles, porque aunque hemos logrado aumentar nuestra capacidad para vaciar los contenedores, por desgracia, todos vemos que al lado de los contenedores de basura hay situaciones a menudo indecentes que tienen que ser objeto de nuestra atención urgente”, declaraba Ignazio Marino, alcalde de Roma.