En el municipio francés de Fréjus, cerca de 10.000 personas tuvieron que ser evacuadas de tres campings este lunes, tras un fuego que quemó 30 hectáreas pero no provocó heridos.
Unas 40 caravanas quedaron reducidas a cenizas.
En las afueras de Burdeos, otro incendio iniciado el viernes, devastó más de 500 hectáreas debido a los vientos de más de 50 kilómetros por hora. Según las autoridades las cerca de 500 personas evacuadas en las localidades de Saint-Jean-d’Illac y Pessac podrán regresar a sus casas este mismo lunes.
Mientras, en España, el incendio declarado el domingo en la localidad catalana de Ódena sigue activo. Aunque el viento ha amainado la niebla sigue complicando los trabajos áreos de contención.
Una trituradora de paja ha sido la causante accidental del fuego, que ha quemado ya más de 1.235 hectáreas, y provocado el desalojo de al menos 400 personas. De ellas, 122 permanecen aún en centros municpales de acogida.