Hay un recurso cuya adquisición se perfila como el gran negocio del futuro: la tierra productiva.
Según un estudio de New Eastern Outlook, se ha convertido en práctica habitual que estados desarrollados y grandes conglomerados empresariales inviertan fortunas en la compra de grandes extensiones de terreno agrícola en todo el mundo.
Los beneficios de esta inversión están asegurados. Tanto es así, que grandes potencias como Japón, Estados Unidos y China ya lo consideran Política de Estado. Y no son sólo los países los interesados. Las grandes multinacionales, como Monsanto, también han puesto sus ojos en este mercado.
Hasta ahora África era el continente que ofrecía condiciones más favorables para adquirir tierras a bajo coste. Sin embargo, la crisis bélica y económica en Ucrania ha convertido a este país en El Dorado de los inversionistas de terreno agrícola.
A los compradores les atrae el bajo coste de las tierras de los países subdesarrollados o inestables políticamente. Así pueden adquirir de forma barata un bien de enorme rentabilidad y con un mercado garantizado: la tierra.
INVITADOS:
José Luis Urosa, Abogado experto en asuntos internacionales.
Rosa Moro, Periodista especializada en África.