El Parlamento griego aprobó el paquete de reformas pactado con la eurozona, pero el primer ministro, Alexis Tsipras, sufrió un duro golpe. A pesar de que el acuerdo obtuvo 229 respaldos de 300 asientos, hubo 38 miembros de Syriza que no lo apoyaron.
“El chantaje al que se refieren, ¿creen que es real o imaginario?”, preguntó Tsipras a los diputados contrarios a las reformas. “Si creen que es imaginario, estoy abierto a opciones alternativas, y podemos seguir adelante de esa manera. Sin embargo, si creen que el chantaje es real, entonces no hay otra opción de que todos compartamos la carga de esta responsabilidad”, agregó.
Entre aquellos que votaron con un ‘no’ se encuentran miembros tan representativos como el extitular de Finanzas, Yanis Varufakis. Una elección que también apoyaron tres ministros adjuntos y la portavoz del Parlamento heleno, que pidió a los diputados que votaran contra la aprobación de las medidas. Por su parte, el líder del partido de la oposición Nueva Democraci