La bolsa de Shanghái se dispara, después de las nuevas pérdidas del miércoles y de que el regulador financiero chino adoptara más medidas urgentes. El índice de Shanghái ganó un 5,76 por ciento, tras haberse dejado el día anterior casi un seis. En medio de una volatilidad extrema, el regulador y la policía han abierto una investigación conjunta para impedir la especulación. Es decir, un uso indebido de las ventas a corto en que se apuesta por una bajada de las acciones.
Por otra parte, las autoridades han prohibido la venta a los accionistas que posean más de un cinco por ciento en una empresa cotizada. Y un centernar de grandes grupos públicos tampoco pueden deshacerse de los títulos de sus filiales.