Según un estudio reciente del Instituto de Desarrollo Internacional (ODI, por sus siglas en inglés) titulado “El creciente costo de una dieta saludable”, el aumento de casos de obesidad en los últimos años se debe a que los precios de la comida chatarra se volvieron accesibles, mientras que la comida saludable, principalmente vegetales y frutas, aumentaron de manera considerable.
Entre 1990 y 2012, el precio de la comida chatarra cayó hasta un 20 por ciento en países como Brasil, México, China y Corea del Sur, mientras que los vegetales y frutas subieron hasta un 91 por ciento.
“Las consecuencias políticas son claras. Los Gobiernos deberían comenzar a usar los impuestos y subsidios para acercar a las personas a dietas más saludables” dijo Steve Wiggins, economista especializado en agricultura y autor principal del estudio.
Una clara evidencia que sustenta este descubrimiento es que el número de adultos obsesos en Brasil se duplicó desde 1980, a medida que galletas, bebidas azucaradas, y barras energéticas baratas se volvieron cada vez más populares. En este país, hay un consumo de comida basura equivalente a 140 Big Mac al año.
Mientras tanto, en China, los precios de las verduras se duplicaron en los últimos 20 años y con ello vino un alza en la obesidad. Los investigadores del estudio no pueden explicar la causa que eleva los precios de las frutas y los vegetales.
México es el ejemplo más “sombrío y terrible” de cómo las grandes compañías de alimentos están “infiltrando” los canales de distribución de alimentos tradicionales para sustituirlos por comida chatarra, advierte el estudio “Libre comercio y la epidemia de la comida basura en México”, elaborado por el Centro para la Investigación de la Globalización, una organización independiente con base en Canadá.
Todo esto a pesar de que en México ya existe un impuesto para todas las bebidas azucaradas en un intento por frenar la obesidad y los casos de diabetes tipo 2, en un país donde pobreza, hambre, obesidad y enfermedades, van de la mano.