Gatos: Conflictos de territorio (Señales quimicas)

2015-07-05 160

El gato es territorial y su origen es salvaje, y los que tenemos gatos podemos asegurar que este “salvajismo” les perdura siempre. Un cazador solitario que, en cambio, parece haberse adaptado muy bien a nuestras casas. El gato lleva siendo parte de la vida doméstica desde el Antiguo Egipcio, solo que a lo largo de la historia ha cumplido papeles muy distintos en la vida de los humanos. Y se ha adaptado en cierto modo a convivir con nosotros, sobre todo si somos su fuente principal de alimentación, y también de cariños. Pero las raíces de los gatos se mantienen mucho más arraigadas que en otros animales domésticos. Una de ellas es la que los humanos hemos decidido llamar territorio felino. El territorio felino es ahora entendido como un conjunto de campos territoriales, un espacio empleado por el gato que está dividido en un número variable de superficies destinadas a funciones concretas. ¿El gato marca su territorio? Sí, y lo marca tanto para los otros como para él. Es decir, hay señales que el gato emite para otros gatos, e incluso para los humanos u otros animales que vivan en su territorio, y otras señales las emplea como autoreconocimiento. Las marcas principales que utiliza el gato son las visuales y las olfativas. Una manera habitual de marcar es mediante arañazos, por eso es importante que un gato doméstico tenga un espacio donde arañar como un rascador. Otras muy conocidas, sobre todo porque son molestas para nosotros, son las marcas con orín. El gato macho en celo lanza una especie de pipí sexual contra superficies verticales, que además de emitir olor, dejan una marca visual. La manera en que los gatos suelen detectar estas marcas olfativas sexuales es mediante el órgano de Jacobson.