Al menos hay 36 personas muertas, pese a los esfuerzos de los equipos de salvamento que han conseguido rescatar a 127 pasajeros, sanos y salvos.
Otros 26 continúan desaparecidos. A bordo viajaban 173 personas y 16 miembros de la tripulación. Los servicios de emergencia trabajan sin descanso en la zona.
Algunos testigos afirman que la embarcación hizo un giro brusco antes de zozobrar. El ferri siniestrado cubría la ruta entre el puerto de Ormoc, en la isla de Leyte y las islas Camotes, en la provincia de Cebú. Las autoridades, que han abierto una investigación, no descartan ninguna hipótesis. En el momento del naufragio llovía aunque no había ninguna alerta por mal tiempo.
La seguridad marítima es una de las asignaturas pendientes en Filipinas, un país con 7.100 islas en el que estos accidentes son frecuentes.
