Hungría desafía a la Unión Europea y suspende unilateralmente el Convenio de Dublín para los refugiados.
El Gobierno magiar ha dicho basta. Oficialmente habla de “razones técnicas” pero el Ejecutivo conservador del país ha dejado sin efecto la normativa europea sobre la readmisión de los peticionarios de asilo para proteger “los intereses húngaros”.
Budapest además anunciaba la semana pasada la construcción de una valla de cuatro metros de altura en los 175 kilómetros de su frontera con Serbia. Frontera que han atravesado la práctica totalidad de los más de 60.000 refugiados que han entrado este año en Hungría.
Ahmed, de nacionalidad marroquí, es una de estas personas: “Es muy díficil. Salimos de Tesalónica, en Grecia, hicimos unos 50 kilómetros a pie en dos etapas. Luego entramos en Macedonia. Entonces caminamos durante siete días. Luego, un pequeño trayecto en tren en Serbia. Y desde Serbia hasta llegar aquí a salvo en Hungría”, comenta.
Durante todo el año 2014 las fronteras