Se le conoce informalmente como Internet profunda o Internet invisible (en inglés: Deepweb, Invisible Web, Deep Web, Dark Web o Hidden Web) a una porción presumiblemente muy grande de la Internet que es difícil de rastrear o ha sido hecha casi imposible de rastrear y deliberadamente, como lo es el caso del Proyecto Tor, caso en el cuál ha sido hecha de ésta manera vía usando métodos poco convencionales, cómo con la proxyficación con muchos proxys, el no utilizar direcciones de Internet, sino códigos y el utilizar el pseudodominio de nivel superior .onion, la cuál fue creada por la Armada de los Estados Unidos como una prueba y ahora es aprovechada por delincuentes cibernéticos.1
Se le conoce así a todo el contenido de Internet que no forma parte del Internet superficial, es decir, de las páginas indexadas por las redes de los motores de búsqueda de la red. Esto se debe a las limitaciones que tienen las redes para acceder a todos los sitios web por distintos motivos. La mayor parte de la información encontrada en la Internet Profunda está enterrada en sitios generados dinámicamente y para los motores de búsqueda tradicionales es difícil hallarla. Fiscales y Agencias Gubernamentales han calificado a la Internet Profunda como un refugio para la delincuencia debido al contenido ilícito que se encuentra en ella