Más de 5.000 personas han intentado acercarse a la residencia del presidente del país en una marcha orquestada por diferentes grupos opositores que fue dispersada a fuerza de cañones de agua.
La principal avenida de la capital, Erevan, se ha convertido en escenario del caos. Los agentes han arrestado a decenas de manifestantes.
Las protestas se centran en el alza de un 22% de los precios de la electricidad, cuyo coste, mantiene el gobierno, “era muy bajo”. Los grupos opositores han publicado un ultimátum en el que rechazan la versión oficial achacando este alza a la corrupción y la mala gestión de la red de distribución de electricidad.