Joy Mittchell, de 51 años, se enfrenta a una pena máxima de siete años de cárcel.
Está acusada de facilitar un teléfono y herramientas a David Sweat, que cumplía cadena perpetua por el asesinato de un aguacil y del que se habría enamorado, y a Richard Matt, condenado por el asesinato de un empresario.
Por medio de un túnel, el pasado sábado lograban huir de la cárcel de máxima seguridad de Clinton e incluso tuvieron tiempo de desear un buen día a las autoridades.
Dos presos peligrosos que siguen en búsqueda y captura.
“Estamos trabajando sin descanso las 24 horas del día para cazarles. Tenemos un mensaje para ellos: vamos por vosotros y no pararemos hasta atraparos”, declaraba el comandante Charles Guess.
La búsqueda, en la que participan medio millar de efectivos, se centra en una zona boscosa a pocos kilómetros de la prisión, situada en la localidad de Dannemora.
Conocida como “Pequeña Siberia”, desde su construcción en 1865 ningún preso había logrado escapar de