El paro nacional de los chilenos en contra de la reforma educativa integral impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet se mantiene de manera indefinida desde el pasado 1 de junio.
Desde dicho día los profesores, junto a los docentes, protestan para exigir mayores sueldos y rechazan frontalmente la propuesta gubernamental de evaluación individual de los estudiantes ya que, dicen, “produce agobio”.
Desde el primer día de paros, diversas ciudades de todo el país han sido escenario de multitudinarias protestas secundadas por prácticamente la totalidad de la comunidad educativa. Dichas marchas han terminado en varias ocasiones de manera violenta con fuertes enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
A pesar de todo esto el Gobierno insiste en seguir hacia adelante con su proyecto. En unas declaraciones ofrecidas en la capital francesa donde se encuentra de visita, Michelle Bachellet ha asegurado que la educación es su prioridad número uno y ha afirmado que se trata de “un derecho y no un mercado”.
Andrés Fredericksen, director de contenidos para Europa de ICN Diario y doctor en Ciencias Políticas asegura que “hay que tirar para atrás toda esta reforma, e incluir a los profesores que son el alma de la educación”.
Rocío Guerrero, miembro de la Asociación de chilenos Violeta Parra y estudiante de Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid afirma que “si se llega a un quiebre y no hay una reforma será un retroceso. Por tanto creo que en este clima de reformas hay que conversar por parte de todos”.
Felipe Ponce, estudiante de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid cree que “aquí hay un clima de oportunismo político por parte de la oposición. Son una amenaza para los intereses de la derecha. La derecha y el sistema político chileno están muy vinculados con el dinero. La clase empresarial está muy vinculada con la derecha. Se están tocando muchos intereses, a la derecha le conviene todo esto.
Para Aldo González, investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) “no hay una política educativa por parte del Estado. La municipalización de la educación, esas son las consecuencias.