Diego Velázquez (1599-1660), pintor de cámara de Felipe IV, se convirtió en narrador de la vida del monarca y su familia y de las costumbres de la época mediante sus pinturas, algunas de ellas referencia en la historia del arte español. Algunos de los trabajos más destacados de Velázquez fueron las obras destinadas a decorar el Palacio del Buen Retiro. Entre ellas destaca "La Rendición de Breda", también conocida como "Las Lanzas", por su composición pictórica, con un primer plano destacado y la batalla al fondo. Como pintor de Corte, el sevillano se preocupó de retratar a Felipe IV como una figura majestuosa y distante mediante símbolos que identificaran claramente la posición de poder y superioridad del monarca con respecto a sus súbditos. La pintura más famosa de Velázquez es "Las Meninas", por su compleja composición y el contenido que transmite a través de una imagen compacta.