“El Gobierno griego no puede aceptar de ninguna manera las propuestas absurdas de los acreedores”. Lo ha dicho el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ante el Parlamento, en una sesión para discutir el margen de maniobra en las negociaciones con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Discusiones destinadas a desbloquear los 7.200 millones de euros que Grecia necesita urgentemente.
Tsipras aboga por una “solución integral”, que acabe con la crisis de la deuda y ponga fin a los debates sobre la salida de Grecia del euro.
Dijo estar muy decepcionado por la propuesta del miércoles en Bruselas, que no tiene en cuenta los tres meses de negociaciones.