En un evento sencillo, pero que quedará en la historia de la industria automotriz nacional, este mediodía comenzó a fabricarse en La Matanza el Sero Electric: el primer auto eléctrico argentino.
Demandó una inversión de cuatro millones de dólares y cuatro años de trabajo. Y comenzó a producirse hoy, en la fábrica de motos Da Dalt, con el objetivo de llegar a las 150 unidades para fin de año. El lanzamiento comercial será en noviembre, con un precio estimado de diez mil dólares.