Un futuro de libertad en Cuba.
Es lo que les espera a estas diez crías de cocodrilo procedentes de un acuario sueco.
Tienen un año y son hijos de Castro y Hilly, una pareja de lagartos que el expresidente Fidel Castro regaló al cosmonauta soviético Vladimir Shatalov durante su visita a la isla en 1978.
Cuando las mascotas crecieron demasiado las donó al zoo de Moscú. Y este, a su vez, a un acuario de Estocolmo, que las ha devuelto al país de sus ancestros.
Este veterinario lo explica a su manera:
“Primero es asombrarse de que algo que él le regaló, qué el donó, que le mostró a un amigo, eso es el resultado. Yo pienso que hay que sentirse feliz”.
Pertenecen a una especie protegida, la Crocodylus rhombifer), originaria de Cuba, que se encuentra en peligro de extinción. En el país caribeño hay unos diez mil ejemplares en criaderos instalados en dos ciénagas.
En una de ellas vivirán estos herederos de la Guerra Fría, que han superado todos los controles sanitarios.