África crecerá un cuatro y medio por ciento este año y un cinco el que viene, acercándose de nuevo al ritmo del que disfrutaba el continente antes de la crisis financiera. En 2014, el crecimiento fue del 3,9. Estas son los datos y las previsiones del estudio anual del Banco Africano de Desarrollo (BAD), junto a otras organizaciones económicas.
Esta aceleración provendrá de un incremento del consumo interno y de mayores inversiones internacionales, aunque en este último caso también dependerá de la coyuntura mundial y del precio de las materias primas. El renovado dinamismo choca, en todo caso, con muchas desigualdades entre regiones y dentro mismo de cada país. El mayor progreso se hará en África oriental, central y occidental, por este orden. El menor, en África meridional y septentrional.
La estabilidad política y social es importante para el desarrollo del continente. Pero también lo es el modelo productivo y la atención de las zonas rurales alejadas de las grandes ciudades. Por
