El pasado 19 de enero, el fiscal argentino Alberto Nisman fue encontrado muerto en su apartamento.
Cuatro días antes, Nisman había presentado una denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por el encubrimiento de los sospechosos del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina.
Al día siguiente estaba previsto que compareciese ante el Congreso de la Nación para defender su actuación procesal.
Recientemente Kirchner relación al fiscal fallecido con Paul Singer, el más destacado representante de los fondos buitre que reclaman una parte de la deuda argentina. Kirchner agrega que Singer es quien dicta las decisiones del juez Griesa, el magistrado encargado de la causa que enfrenta a Argentina con los fondos especulativos.
Las acusaciones de la mandataria fueron ratificadas por Aníbal Fernández, el jefe del Gabinete de Ministros de Argentina. Fernández cuestión la transparencia de la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD), Think tank con sede en Washington que se opone al Gobierno Kirchner y defiende la labor de Nisman. Según Fernández, esta organización ha sido financiada por Paul Singer, el Señor de los Buitre.
