La capitana de la guardia costera californiana Jennifer Williams lo resumía con esta frase: “Desde luego no se va a poder retirar de la noche a la mañana”. Las tareas de limpieza del vertido de más de 400.000 litros de crudo que ha contaminado varias playas de Santa Bárbara en California podrían alargarse meses.
Rick McMichael, responsable de operaciones de la empresa concesionaria del oleoducto fracturado explicaba el estado de la operación: “Hemos recogido 29.000 litros de agua contaminada… y ya hemos limpiado 27 metros de terreno contaminado en el área del vertido. Calculamos que que tenemos unos 90 metros más que recoger”.
Este incidente ha vuelto a despertar las reclamaciones de los grupos ecologistas, que reclaman que terminen las explotaciones petrolíferas de la zona para evitar la degradación del medio ambiente. Este caso es especialmente oneroso, ya que Plains All America, la encargada de la explotación del oleoducto, tiene un largo historial de incidentes de este tipo.