Un sueco hizo pasar el susto de su vida a un oso en el bosque, logrando salvar su vida y la de su esposa. Se encontraban entrenando a su mascota cuando notaron la presencia de un oso.
Ralp Persson apostó entonces por una estrategia nada pasiva. Aparentó ser más grande abriendo los brazos y gritando fuerte logró intimidar al animal.