El poseedor del don de la ubicuidad en el Metal Sonorense, el Guilo Malleus, con sus Bromidrosis o Bromidriosis (ya saben, la moda del Death metal con sus ondas de medicina) echàndose "La Tierra Sangra" o "The Earth Bleeds" (como seguramente diria el Charly Cannibal) en el 93 en el Olìmpico Cajeme.